San Francisco es el principal polo metropolitano, junto con la ciudad d'Oakland, de la Bahía de San Francisco. La "Bay Area" es entendida por sus habitantes como la división entre la East Bay (en la parte Este de los estuarios de San Pablo y San Francisco) y la Península (en la parte oeste de la bahía). Silicon Valley se extiende de la mitad de la Península hacia el sur, culminando en la ciudad de San José.

Como es bien sabido, todas las empresas tecnológicas más importantes del mundo (Facebook, Google, Uber ...) se encuentran ubicadas a lo largo de esta península, creando un micro hábitat único en Estados Unidos y en el mundo. Muchas Start Up (pequeñas empresas que aspiran al modelo de gran empresa tecnológica) se ven atraídas por el clima de inversión y progreso de la región.

Es bastante obvio que nos encontramos en el punto más álgido o incluso al principio de la caída de la última burbuja del 2.0. Recientemente se ha publicado en los medios de comunicación que Facebook ya tiene dos billones de usuarios, una cuarta parte de la población del mundo. Otras nuevas aplicaciones pioneras que cambiarán ritmos sociales se están desarrollando actualmente en los cafés de San Francisco.

Todos estos hechos son los que hacen que San Francisco sea la ciudad por la que se sienten atraídos estos jóvenes emprendedores: la ciudad está llena de vida y efervescencia económica, el clima es bueno y el pasado es extremadamente progresista, convirtiéndose en una ciudad muy atractiva y liberal para esta nueva generación.

Esta explosión económica se traslada a la arquitectura de una forma muy característica: por un lado, la demanda de vivienda y espacio comercial es altísima, creando un ritmo de construcción frenético que se extiende por toda la ciudad. Se debe entender que la base urbana de San Francisco consiste en manzanas aproximadamente 150 x 300m, calificadas por vivienda, con básicamente la construcción de vivienda unifamiliar (PB +1 y jardín) del más típico estilo Victoriano. Con esta base es difícil dar respuesta a la demanda de una ciudad que aspira a ser una de las más importantes del mundo. A día de hoy se pueden ver numerosos rascacielos y edificios de vivienda plurifamiliar en plena construcción.

Por otra parte, y como resultado de esta situación, el San Francisco de hoy en día es una ciudad muy limitada multi culturalmente, gentrificada y agotada dando todo lo que puede de sí a sus habitantes. En los últimos años han aparecido numerosos servicios (clases de yoga en la más última moda, restaurantes carísimos, cafeterías "hipsters" ...) enfocados a este sector de la sociedad que hacen que la gente del barrio quede desplazada para que todo empieza a alcanzar precios que sólo los trabajadores en empresas tecnológicas (techie) pueden pagar.

Por si fuera poco, todo este cóctel se debe añadir la situación política del país: desde enero se puede respirar la incertidumbre en el aire. Las empresas 2.0 y las Start Up ya de por si son empresas de gran riesgo, ya que dependiendo de los resultados a corto-medio plazo los inversores retiran los fondos con gran facilidad. Este modus operandi añadido a todo lo demás, crea una incertidumbre económica en todo el Bay Area que hace que la economía esté pendiente de un hilo en cada momento. A veces no se pueden asegurar los presupuestos de una obra porque nadie sabe qué pasará dentro de unos meses o de cuánto será la inflación.

Sin embargo, aquí cada día se trabaja como si no hubiera final: será cuestión de esperar y estar muy atentos, ya que las cosas pueden cambiar radicalmente en cualquier momento.

Lea Eidler, arquitecta. Corresponsal del COAC en San Francisco, Estados Unidos