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Revista de corresponsales: Construcciones con ladrillo en Córdoba, Argentina: tradición y sostenibilidad
Con la utilización del ladrillo en las primitivas construcciones comienza la historia de las civilizaciones y culturas en el mundo.
Con más de 11.000 años de historia, es uno de los materiales de construcción más antiguos. El ladrillo está unido al desarrollo tecnológico y cultural de la humanidad, y su evolución y perfeccionamiento en las distintas épocas de la historia configura la base para su vigencia.
Las construcciones en ladrillo constituyen uno de los eslabones fundamentales en la historia de la arquitectura. Su origen se ubica en Mesopotamia en el 2.200, a.C. en tiempos de la civilización acadia.Luego se expandió a Egipto y China y más tarde a Europa a través de Grecia y Roma. Excavaciones arqueológicas en la antigua ciudad de Ur demuestran que en 4.000 a. C. sumerios y babilonios secaban ladrillos al sol, y para reforzar muros y murallas recubrían las partes externas con ladrillos cocidos por ser estos más resistentes, que en ocasiones se esmaltaban para conseguir efectos decorativos.
Esta técnica llega a América con los colonizadores en el siglo XVI, y posteriormente con las sucesivas corrientes de inmigrantes europeos en los siglos XIX y XX.
Si bien los métodos de fabricación han evolucionado a lo largo del tiempo, sus componentes y la forma rectangular han experimentado pocos cambios.
Para su producción la arcilla es la materia prima que, mezclada con agua y moldeada pasa a un proceso de secado y cocción. Según la calidad de la materia prima y el tratamiento de elaboración se puede lograr un producto de alto rendimiento con variedad de resistencia mecánica y distintos tipos: ladrillo macizo, ladrillo hueco, etc.
Actualmente se han ganado nuevas propiedades para distintos usos en la construcción que lo hacen ventajoso en comparación a otros sistemas constructivos. Las principales características son: sostenibilidad, durabilidad, resistencia al fuego, acondicionamiento térmico y acústico.
sostenibilidad: La producción del ladrillo puede ser sinónimo de sostenibilidad. La arcilla, un recurso abundante en la naturaleza, es el material principal para su elaboración. Al no tener agregado de productos químicos es ecológico y respetuoso con el medio ambiente.Además, los ladrillos pueden reutilizarse y reciclarse una y otra vez, evitando la generación de escombros, permitiendo devolver el material a la tierra y aportando a un desarrollo circular.
Durabilidad: El proceso de cocción otorga al ladrillo una alta resistencia al paso del tiempo, al impacto y a la humedad. Por ello es uno de los materiales de construcción más duraderos, lo que se evidencia en las numerosas construcciones coloniales que se mantienen hasta hoy en buen estado.En la actualidad, la fabricación industrial ha incrementado aún más sus cualidades.
Resistencia al fuego:Su alto poder de resistencia al fuego es otra característica que distingue al ladrillo, condición que se logra durante el proceso productivo, ya que su cocción alcanza temperaturas de hasta 920 °C. Además, en el caso de incendios, los bloques cerámicos no emiten gases perjudiciales para la salud humana, convirtiéndose en un material seguro y confiable.
Acondicionamiento térmico y acústico: por su elevada masa térmica, construir con ladrillos puede ayudar a reducir las fluctuaciones de temperatura. Asimismo, en zonas que exigen mayor acondicionamiento térmico, existen soluciones que se adosan fácilmente al muro de albañilería como elementos de aislación y terminación interior o exterior.
El ladrillo ha demostrado a través del tiempo que es una solución constructiva de óptimo rendimiento. En la actualidad, cuando la arquitectura tradicional se enfrenta a nuevas tecnologías y materiales innovadores, la eficacia del ladrillo sigue vigente.
Podemos comprobar que por tales características la técnica del ladrillo es uno de los sistemas constructivos más utilizados en el mundo, y principalmente en Latinoamérica como material que representa tanto la tradición como la innovación local. Ejemplo de esto lo encontramos en Córdoba, Argentina, donde existe una cultura constructiva ligada a la calidad de la arcilla que se expresa en el uso extendido de este material para construcciones de distintas tipologías, caracterizando la imagen urbana del lugar.
Bibiana Sciortino, arquitecta, corresponsal del COAC en Córdoba, Argentina, marzo 2024
Bibiana Sciortino, arquitecta. Corresponsal del COAC a Córdoba, Argentina, març 2024