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La transformación de la autopista Bonaventure en bulevard urbano en Montreal
Uno de los proyectos urbanos más importantes y de más envergadura que la ciudad de Montreal ejecuta actualmente es la transformación de la entrada sur en la ciudad, o el que es lo mismo, la transformación de la autopista Bonaventure en un bulevard urbano en su tramo de llegada a la ciudad[1]. Esta arteria es utilizada diariamente por 250.000 trabajadores y visitantes.
La autopista Bonaventure arranca en plena ciudad en forma de viaducto. Su construcción se realizó por fases entre los años 1962 y 1965, con el objetivo de conectar el puente Champlain (1965) con el centro-ciudad y de esta forma facilitar los desplazamientos entre el borde sur del río Sant-Lorenzo y Montreal. Las periferias suburbanas nacidas el 1955 en el borde sur crecían a gran ritmo y era necesario asegurar la movilidad de la zona, sobre todo los movimientos pendulares entre el Trabajo y la residencia.
Además, la llegada inminente de la Exposición Universal de 1967 hacía urgente la construcción de esta infraestructura. Montreal se preparaba para recibir millones de visitantes para el que sería el acontecimiento más importante del s. XX para la ciudad y para la provincia de Quebec. La entrada al recinto de la exposición se hacía precisamente a través del barrio Cité du Havre, península adyacente en la autopista.
Hoy, cincuenta años más tarde, las numerosas infraestructuras de hormigón construidas en la década de los 1960s empiezan a quedar obsoletas. De un lado, estos proyectos de urbanismo racionalista no corresponden a las necesidades de la sociedad actual, por otro lado, el comportamiento técnico de las estructuras y de sus materiales ya no pueden garantizarse.
Al inicio de los años 2000, el territorio industrial y portuario de Havre fue identificado, por el departamento de urbanismo de la ciudad, como un suelo con un gran potencial urbanizable. El 2002, empezó la redacción de un plan director para los muelles de la Cité de Havre (Projet Havre de Montréal, CAD $6,4 bilions). Precisamente, la primera fase de este plan propone la demolición de una parte del viaducto de la autopista Bonaventure para transformarlo en bulevar urbano. El objetivo principal de la intervención es reestructurar el barrio de Griffintown en ambos lados del bulevar (eje este-oeste) y crear un gran espacio público a lugar que actualmente ocupa la autopista. Las obras de infraestructura subterránea empezadas el 2011 ya están terminadas. El año pasado se inició la demolición y la transformación de los trazados viarios, que está previsto completar a finales de este año 2016. Finalmente, para el 2017 se prevé ejecutar las obras de superficie, más de 20.000m2 de espacios verdes. El pasado 6 de junio la oficina de arte público de Montreal anunció la participación del escultor catalán Jaume Plensa en la definición de este espacio con la instalación de una de sus obras[2].