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Turín y la ilusión de los estructuralistas

© Aina Pérez

Turín es una ciudad con un pasado reciente fuertemente industrial. La ciudad fue uno de los exponentes de la Italia del “Boom económico” (o milagro económico italiano) *1, una Italia rica i próspera, admirada por su industria, la innovación, el diseño y la arquitectura. Este es el contexto donde nacieron dos edificios magníficos que actualmente están totalmente ignorados por la ciudad.

Uno es el Palazzo del Lavoro de Italia 61 obra del ingeniero Pier Luigi Nervi, construido en el año 1961 y actualmente abandonado y muy degradado. El otro es el pabellón subterráneo de Torino Esposizioni, construido en 1960 por el arquitecto Riccardo Morandi y que hoy en día alberga en su interior un aparcamiento de coches. 

 

El “Palazzo del Lavoro”. Breve descripción del edificio.

El Palazzo del Lavoro era el edificio principal de la Exposición Internacional del Trabajo de Torino 1961. Diseñado por el ingeniero Pier Luigi Nervi y construido en sólo 10 meses, el edificio se convirtió en una nueva puerta de entrada a la ciudad.

Esta construcción consta de una planta cuadrada de 156 metros de lado, 25 metros de altura y una superficie total de 22.500 m2.

El concepto del edificio es muy sencillo, pero aun así Nervi consigue dotar a la construcción de una gran monumentalidad.

La gran estructura del Palazzo del Lavoro está formada por 16 elementos modulares (4x4) de cubierta cuadrada y plana apoyados sobre un pilar central en forma de paraguas que recuerda mucho algunas construcciones egipcias.

La fachada transparente del edificio permite la iluminación natural y está dotada de un complejo sistema de lamas que pueden cambiar su inclinación según la exposición solar.

En la planta -1 encontramos una sala de conferencias, dos salas de cine y locales de servicio. 

 

El Pabellón subterráneo de Torino-Esposizioni. Breve descripción del edificio.

Este pabellón se construyó como ampliación de las estructuras ya existentes obra de Pier Luigi Nervi que forman el conjunto expositivo Torino-Esposizioni.

La interesante construcción proyectada por el arquitecto Riccardo Morandi se planteó como un pabellón subterráneo para no intervenir sobre el paisaje del parque del Valentino, y para ello se inspiró en la iglesia subterránea de Lourdes.

De planta rectangular de 69 metros x 151 metros y 8 metros de altura media, se conecta con los otros pabellones a través de un pasaje subterráneo de 200 metros.

Morandi utilizó para el diseño de la estructura, su experiencia en la construcción de puentes. Aunque esta vez no vemos un puente sino un espacio cerrado donde Morandi liga las estructuras y da tridimensionalidad a los miembros estructurales de una forma que recuerda mucho las bóvedas góticas.

Nuevamente nos encontramos ante una construcción realizada en tiempo record, 6 meses de obra.

 

La ilusión de los estructuralistas.

Las revistas de arquitectura de la época publican estas dos obras con extensos artículos que las describen con todos sus detalles constructivos, fotografías e incluso los cálculos estructurales. Son ejemplos de obras modernas que utilizan la tecnología innovadora para conseguir estructuras y espacios de grande efecto.

En un artículo de la revista l'Architettura del 1960, Giovanni Klaus König loa la obra de Nervi, Morandi y Torroja porque demuestran cómo la arquitectura puede basarse en la experiencia de un mundo técnico sin convertirse en industria. Ya que se trata de ingenieros que conocen a fondo la técnica constructiva y por eso consiguen introducir en el pensamiento compositivo aspectos tecnológicos sin convertir estas obras en algo infantilmente científico, sino para crear formas nuevas en las que pueden ser expresadas tensiones espaciales que la antigua arquitectura todavía no conocía. (*2)

König critica en el mismo artículo la tendencia del momento de querer pasar de una arquitectura considerada obra de arte y por tanto subjetiva a una arquitectura científica y por tanto definitiva. Lo que muchas veces lleva, como explica König, a un producto que no es ni arte ni técnica sino un producto de aficionados y de carácter tecnicista.

 

Los restos de un milagro.

Y entonces, ¿qué ha pasado?

Estas grandes construcciones nacidas en un momento de fuerte optimismo y crecimiento donde los espacios expositivos eran la tarjeta de visita que se presentaba al mundo, hoy en día se han quedado tristemente sin programa.

Como exponía Luka Skansi en su proyecto para la Biennale de Arquitectura de Venecia del 2014 llamado “The Remnants of the Miracle” (*3), se trata de edificios con un gran potencial que deberían ser restaurados pero el problema es que nadie sabe qué hacer con ellos.

Su trabajo mostraba de una forma muy directa a través de fotografías, el nacimiento y la muerte de una gran cantidad de edificios de todo el país que habían sido construidos durante la época del milagro económico (1950-1960) y que actualmente habían sido abandonados. Construcciones como las de Nervi y Morandi que con tecnologías relativamente simples habían diseñado formas perfectas y grandes estructuras.

Y, ¿qué pasará?

En el caso concreto de estos dos edificios, la ciudad de Turín sigue discutiendo nuevos usos para darles nueva vida. El pabellón subterráneo de Morandi, situado en el Parque del Valentino, pulmón y jardín de la ciudad podría convertirse en una de las sedes del Politécnico de Turín y nueva Facultad de Arquitectura. (*4).

El Palazzo del Lavoro en cambio, se encuentra desde hace algunos años en el centro de luchas entre el grupo de inversión que ha adquirido parte de la propiedad y lo quiere convertir en un centro comercial, el Ayuntamiento y la “Sopraintendenza”(*5). Mientras, continúa sufriendo robos de las instalaciones y pequeños incendios.

Sin embargo, la posibilidad que se convierta en un centro comercial y de ocio como ya ocurrió con otro edificio característico de la ciudad e interesante ejemplo de arqueología industrial, el Lingotto (*6), parece cada vez más una realidad.

Desgraciadamente la ciudad ha ignorado durante 50 años que tenía una de las obras más importantes de Nervi. El consistorio no ha destinado nunca el presupuesto necesario ni se ha implicado en encontrar un uso sostenible para el edificio.  De esta forma es muy probable que se pierda la esencia del Palazzo del Lavoro y la posibilidad de convertirlo en un importante punto de interés del patrimonio de la ciudad para sus habitantes.

Aina Pérez, arquitecta. Corresponsal del COAC en Turín, Italia

Notas

(* 1) Período de gran crecimiento económico y desarrollo tecnológico del país producido entre los años 51 y 73 del siglo XX, su momento álgido se considera 1960.

(*2) Giovanni Klaus König. Variazioni su un tema di Th. W. Adorno: L'invecchiamento dell'architettura moderna.  Revista L'Architettura n. 55. mayo 1960. Pág. 192-193.

(*3) 14a. Biennale d'Architettura 2014: Fundamentals, comisariada por Rem Koolhaas. Dentro el pabellón del Arsenale titulado Monditalia el proyecto “The Remnants of the Miracle” de Luka Skansi.

(*4)http://www.comune.torino.it/geoportale/prg/cms/media/files/AVVISI_COMUNICAZIONE/TO_EXPO/allegato_1_bis_masterplan.pdf

(*5) Soprintendenza Beni Architettonici e Culturali del Piemonte.

(*6) Edificio característico de Turín, sede productiva de la FIAT entre los años 1928 y 1982. Caracterizado por su impresionante pista de pruebas para los coches situada en la cubierta del edificio.

 

Bibliografía

L'architettura. Cronache e Storia. N. 53 Marzo 1960

L'architettura. Cronache e Storia. N. 55 Mayo 1960 

Videos sobre Italia 61:

https://www.youtube.com/watch?v=FXa1ceilNZU

https://www.youtube.com/watch?v=jEwrONivnyE

 Entrevista a Luka Skansi. “The Remnants of the Miracle”:

http://www.labiennale.org/it/mediacenter/video/fundamentals07.html

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