David Mackay entró en el estudio de Josep Martorell y Oriol Bohigas el año 1959, recién entregadas las casas de la calle Pallars y poco antes de empezar las de la Meridiana. Son los años en que la trayectoria del equipo, que lo incorpora como socio en 1962, estalla. En que cada proyecto, independientemente del programa y de la escala, es un canto al espacio público. A un modo de hacer ciudad que, años más tarde, culminará en la Villa Olímpica, donde Mackay vivió del mismo modo en que Le Corbusier vivió en la Porte Molitor o Sáenz de Oiza en las Torres Blancas: arquitectos que se hacen, literalmente, suya la obra que construyen. David Mackay fue el hombre del estudio. La pieza que lo mantenía en movimiento, una maquinaria bien engrasada que alguien comparó con la Krupp. El arquitecto puente con la cultura internacional. El arquitecto que escribía sobre arquitectura catalana en su inglés natal.

Hombre afable, irónico, referente para los trabajadores del estudio, Mackay fue para MBM una presencia discreta. Estructural.

Preparando una monografía sobre MBM centrada en Oriol Bohigas, éste me comentó, a la vista de un dibujo que habíamos seleccionado, que era de su autoría però probablement hi hagi la mà d’en David. Sempre hi ha la mà d’en David. (aunque probablemente esté la mano de David. Siempre está la mano de David).

Las trayectorias públicas de cada uno de los miembros de MBM les pertenecen. La obra del estudio, en cambio, es coral: MBM hasta el extremo que, en muchos dibujos, es casi imposible distinguir los trazos de los tres socios.

Gracias, David.

Jaume Prat, arquitecto


Noticias aparecias en prensa

'Mor David Mackay, un dels arquitectes de la Barcelona Olímpica', Ara, 13 de noviembre de 2014
'El arquitecto silencio', El País, 13 de noviembre de 2014
'La segona M d'MBM',  La Vanguardia, 13 de noviembre de 2014
'El 'seny' del arquitecto olímpico',  El Mundo, 13 de noviembre de 2014