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Corso Francia y la colonia industrial Leumann. Testimonios del nacimiento y crecimiento de la Turín industrial.
El pasado mes de octubre una amiga me descubrió el "Villaggio Leumann", una de las muestras de colonia industrial más importantes y mejor conservadas de Italia -a ti que eres arquitecto, seguro que te interesará mucho- me dijo. Reconozco que es una frase que me dicen de vez en cuando y que casi siempre significa el preludio de un pequeño descubrimiento. Y eso es lo que me encontré, un oasis tranquilo junto a una gran avenida de 4 carriles muy transitada y rodeada de edificios de viviendas de 6 y 7 plantas. Paseando por esta ex colonia textil, lo primero que me vino a la cabeza fue hacer una lectura comparativa con la colonia Güell de Gaudí:
- Ambas se construyeron a finales del siglo XIX principios del siglo XX.
- Ambas fueron proyectadas por los principales exponentes del modernismo local, Pietro Fenoglio y Antoni Gaudí.
- Ambas cerraron debido a la crisis textil de los inicios de los años 70 del siglo XX.
- Y finalmente, ambas están consideradas importantes muestras de arquitectura industrial y están protegidas por las instituciones.
Personalmente, la visita al "Villaggio Leumann" me ha permitido conocer y entender los inicios del desarrollo de Turín a partir del último cuarto del siglo XIX, una ciudad que ha sido la capital industrial de Italia durante muchas décadas y que sigue muy ligada a este pasado. Por ello, he decidido escribir este artículo aunque no sea un artículo de actualidad, ya que me ha ayudado a profundizar mejor el contexto en el que trabajo.
Corso Francia y la colonia industrial Leumann. Testigos del nacimiento y crecimiento de la Turín industrial
Corso Francia es una de las vías principales de Turín y sus 11,6 km la convierten en la avenida recta más larga de Europa. Esta perspectiva, de gusto barroco, fue proyectada por Vittorio Amadeo II de Saboya en 1711 uniendo de forma televisiva pero no real, el castillo de Rivoli, una de las muchas residencias reales, con Superga, la iglesia construida como voto religioso para dar gracias por la derrota del ejército francés en 1706.
En realidad esta avenida nace en Plaza Statuto, en la zona del centro de Turín y sigue con un trazado perfectamente rectilíneo atravesando la ciudad en dirección oeste, uniéndola con los pueblos vecinos de Collegno y Rivoli.
Ya en el siglo XVIII este eje viario es muy importante para la corte porque une el Palacio Real, en el centro de la ciudad, con el castillo de Rivoli. Es por este motivo que a lo largo de Corso Francia nacen varias villas • las y palacetes de la nobleza turinesa.
Durante el último cuarto del siglo XIX, la zona adyacente a Plaza Statuto, se desarrolla de manera importante y se forma el nuevo barrio de Cit Turin, "Pequeño Turín" en piamontés, que será el área de residencia de la nueva y creciente clase de industriales. Precisamente por ello, en el nacimiento de la avenida surgen los primeros edificios de estilo Modernista, el Liberty turinés, muy influenciado por las escuelas francesas y belgas y que a menudo recuerda a la obra de Guimard en París.
La creciente industrialización de la ciudad se debe a algunos hechos ligados a la unificación del Reino de Italia en 1861. En primera instancia, Turín se convirtió en la capital del Reino, ya que era la residencia de la dinastía de los Saboya, pero muy pronto por motivos políticos la ciudad perdió la capitalidad, que pasó a Florencia en 1864 y se trasladó finalmente a Roma en 1871.
Para compensar la pérdida de riqueza ligada a la pérdida de centralidad y funciones de una capital, la ciudad decide ofrecer facilidades fiscales y terrenos a bajo precio que, unidos a una buena oferta de mano de obra a coste reducido, hacen que Turín se convierta en un polo de atracción para los capitales industriales locales y extranjeros.
A partir de 1871 la moderna línea de ferrocarril a vapor une, siguiendo el eje de Corso Francia, la ciudad de Turín con Collegno, Rivoli, y continuando por el Valle de Susa, con Modane en Francia, a través del nuevo túnel del Frejus.
Gracias a todas estas premisas y aprovechando los canales de riego presentes en los campos de cultivo situados en las afueras de Turín dentro del municipio vecino de Collegno, en 1875, un emprendedor industrial suizo, Napoleón Leumann, decide trasladar la empresa familiar en esta zona . Adquiere un terreno de 60.000m2 cerca del ferrocarril y allí construye su proyecto de colonia industrial alrededor de su fábrica de algodón.
Esta colonia se inspira en la corriente social paternalista que nace en Gran Bretaña con la Revolución Industrial y que concibe el conjunto como un núcleo totalmente autónomo donde los trabajadores de la fábrica viven con sus familias, transcurren el tiempo libre y gozan de instituciones sociales y sanitarias muy avanzadas para su tiempo. Según Leumann, una organización urbanística y una arquitectura de los edificios adecuada, unida a una mejora en la calidad de vida de los trabajadores se traduce directamente en una mejora de los productos que salen de la fábrica.
El proyecto de la colonia lo realiza Pietro Fenoglio, el principal exponente del estilo Liberty turinés, y se construye entre el 1875 y el 1907. El conjunto adyacente a la fábrica de algodón contiene todo lo necesario para una comunidad: las casas de los trabajadores, la escuela, la iglesia, un gimnasio, un círculo deportivo, los baños públicos, una cooperativa, un hotel, una residencia para señoritas solteras, una oficina de correos e incluso una pequeña estación ferroviaria para los trabajadores que vivían fuera de la colonia.
Los principales edificios comunes como la fábrica, la iglesia, la escuela o los baños se construyeron en estilo Liberty, en cambio las residencias para los trabajadores, la estación y la entrada de la colonia, se concibieron en un estilo que recuerda la arquitectura tradicional de Suiza, el país de origen de Leumann.
Hoy en día todavía hay 120 viviendas en uso repartidos en 59 casas con jardines y huertos en la planta baja. Dos de los edificios más importantes y singulares de la colonia son la iglesia y la escuela, aún hoy en día utilizados para estas funciones.
Leumann, a pesar de ser de religión calvinista, hizo construir una iglesia tal como pedían los residentes. La iglesia estaba dedicada a Santa Elisabetta en recuerdo a su madre y es uno de los pocos ejemplos de edificios religiosos construidos en estilo Liberty de la zona. De dimensiones muy reducidas, se caracteriza por una fachada protagonizada por un juego de bandas de dos colores, rosa y beige, los dos campanarios simétricos decorados con motivos geométricos y un rosetón con vitrales.
Una de las convicciones más firmes de Leumann era que una buena educación era el elemento fundamental para formar buenos trabajadores en un futuro, y es por ello que en 1903 hace construir la escuela.
En la escuela iban los hijos de los trabajadores de la fábrica pero también la utilizaban los residentes de Collegno, ya que en el pueblo no había ninguna otra escuela, además se impartían cursos nocturnos para los trabajadores que así lo desearan.
Era una escuela con métodos didácticos muy avanzados para su tiempo, los libros de texto eran gratuitos y había una biblioteca importante. Organizaban concursos con premios para fomentar el estudio, se incluían clases de gimnasia diarias y revisiones médicas periódicas.
Hoy en día la escuela y muchos otros edificios de la colonia se utilizan como equipamientos municipales de Collegno que garantiza su conservación y supervivencia, protegiéndolo de la especulación urbanística que se produjo con el desarrollo y crecimiento de la zona.
Página web de la colonia industrial: www.villaggioleumann.it
Aina Pérez Verge, arquitecta
Corresponsal COAC en Turín, Italia.