La arquitectura y los arquitectos de Brasil, están pasando por un momento delicado, ya sea en el ámbito privado o público. Sucesivas leyes desvirtúan el papel del proyecto como categoría cultural autónoma. Es habitual que las obras públicas sean licitadas sin proyecto y que contratistas de obras, aparte de necesitarlos para construir, sean contratados para proyectar y diseñar, esto está afectando la calidad de las obras realizadas con fondos públicos. Parece necesaria la revisión de estas leyes con el fin de desenredar los procesos de concesión de la obra pública que facilitan el ocultismo y las propinas para acceder a los proyectos.

Pero el país no para. Las previsiones apuntan a que hasta finales de la década de 2030, Brasil construirá como nunca se había construido antes. Más de 40 millones de hogares se añadirán a los 66 millones existentes en la actualidad. En muchos casos, más de la mitad de una ciudad será añadida o renovada.

Los arquitectos brasileños se encuentran frente a un gran reto: superar la escasa demanda de servicios profesionales debido a la actual crisis económica que ha parado la construcción, y estar preparados para resolver la planificación y el diseño de la construcción de nuevas zonas urbanas de Brasil de esta nueva generación.

El Colegio de Arquitectos de Brasil (CBA) - colectivo compuesto por el Instituto de Arquitectos de Brasil (IAB), la Federación Nacional de Arquitectos (FNA), Asociación Brasileña de Arquitectura Empresas (AsBEA), Asociación Brasileña de Arquitectos Paisajistas (ABAP) y la Asociación Brasileña de Arquitectura y Planificación Urbana (ABEA) - propone algunas estrategias para mejorar el desarrollo arquitectónico del país. Por ejemplo, plantea la posibilidad de que los futuros candidatos a la alcaldía de las ciudades, antes de ser elegidos y para poder ser valorados, puedan disponer de una oferta de obras y proyectos a realizar, compuestas por estudios preliminares, anteproyectos , proyectos complementarios y presupuestos con especificaciones de todo el trabajo. "Sería un compromiso de transparencia en la administración pública y la mejora de la calidad de la obra, tiempo y coste, con un claro rechazo de los procedimientos que han proporcionado tanta corrupción en la realización de obras públicas", dijo el presidente de la IAB, Sergio Magalhaes.

La "Ley de Licitações (559/2013)" está en proyecto de revisión. Varios senadores remarcan la importancia de la elección, mediante licitación, de proyectos completos para las obras públicas, en su enmienda, el senador Fernando Bezerra dice, "creemos que es esencial para el desarrollo de la cultura y de la técnica de la arquitectura en Brasil que el gestor público pueda tener la opción de licitar su proyecto en forma de concurso público ". El documento resalta que en la Unión Europea los concursos son obligatorios para la contratación de proyectos con valores superiores a 162.000 euros.

El texto actual de la ley conserva la posibilidad de hacer una oferta para las obras públicas por "contratación integrada". Es más, mantiene y amplía creando dos nuevas formas: la "contratación semi-integrada" y el "diálogo competitivo". Las tres, en la opinión de varias entidades del ámbito arquitectónico, son altamente perjudiciales para la calidad, el precio y el tiempo de las obras públicas. Son instrumentos de indefinición que conllevan sobreprecio y posibilitando elecciones no basadas en la calidad ni en el bien común, como se ha demostrado ampliamente en muchos escándalos.

A la mayoría de la población le parece incomprensible que el Senado insista en la promoción de instrumentos altamente perjudiciales para la calidad y el precio de las obras públicas, que fomentan la corrupción incluso afectando a los principales contratistas del país como los involucrados en la " lava-Jato "(importante asunto de corrupción pública). Es incomprensible todo después de las declaraciones del director del departamento de proyectos de la Odebrecht, una de las principales constructoras de Brasil. El director informó de sus operaciones en la compra de favores para la realización de leyes que beneficiarían la empresa, como las que regulan el "sistema brasileño de licitación". El proyecto de ley está en estos momentos en análisis de la Cámara de Representantes.

Los arquitectos brasileños están trabajando en esta realidad en transformación. Reclamando la responsabilidad del proceso, en diálogo con la sociedad que les ha dado la responsabilidad de pensar, diseñar y construir en Brasil. Lo que quieren es llegar a un nuevo tiempo profesional, para beneficio de la arquitectura y la ciudad. Para obtener ciudades más bonitas, más bien planeadas, más bien construidas y socialmente más justas.

Carles Arribas, arquitecto. Corresponsal del COAC en Río de Janeiro, Brasil